Apendicitis Aguda
La apendicitis aguda es la inflamación del apéndice cecal, una pequeña bolsa con forma de dedo ubicada en el lado inferior derecho del abdomen, esta surge del ciego en la porción inicial del intestino grueso.
Se considera una emergencia médica que siempre requiere de una cirugía inmediata para extirpar el apéndice, puesto que entre más rápida sea su detección y atención menores son los riesgos que se corren en esta enfermedad y mejor es su pronóstico.
Si no se trata o si se demora su atención, el apéndice inflamado puede romperse o perforarse, lo que puede causar un absceso alrededor de este, o aún más grave una peritonitis (purulenta o fecal), una infección grave del revestimiento interno de la cavidad abdominal en donde se genera una respuesta inflamatoria que compromete la salud.
Síntomas
Los síntomas de la apendicitis aguda pueden incluir:
- Dolor abdominal: Generalmente comienza alrededor del ombligo o en el epigastrio (parte central media o superior, respectivamente) y luego se desplaza al lado inferior derecho del abdomen (en la fosa iliaca derecha, en el cuadrante inferior derecho abdominal).
- El dolor suele ser constante, intenso y empeora con el movimiento, la tos o al presionar el área afectada.
- Náusea y vómitos.
- Pérdida de apetito (anorexia).
- Febrícula o fiebre.
- Distención abdominal.
- Constipación o diarrea.
Diagnóstico
El diagnóstico de apendicitis aguda, que puede realizarse en consulta o directamente en el área de urgencias por su cirujano especialista, se basa en:
- Historia clínica y examen físico: El cirujano especialista realizará una adecuada integración de sus síntomas, y de igual manera examinará el abdomen para detectar sensibilidad (irritación peritoneal) en el lado derecho, así como ciertos datos apendiculares que puedan resultar positivos a la hora de la exploración abdominal.
- Análisis de sangre: Pueden mostrar un aumento en el recuento de glóbulos blancos (células de la defensa), lo que indica infección.
- Pruebas de imagen: La tomografía computarizada abdominal (TC) es útil para confirmar el diagnóstico.
Tratamiento
El tratamiento estándar para la apendicitis aguda es la apendicectomía laparoscópica, que es la extirpación quirúrgica del apéndice por mínima invasión, en donde realizamos 3 pequeñas incisiones menores a 1cm donde colocamos puertos especiales para explorar la cavidad, drenar el líquido inflamatorio o purulento que podamos encontrar y retirar el apéndice con la mayor seguridad y precisión posible.
Cuando el paciente no es candidato a una cirugía de mínima invasión o esta infección ya está demasiado avanzada se puede optar por una cirugía abierta, en donde se realiza una pequeña incisión de aproximadamente 8 cm en la parte baja y derecha del abdomen para drenar el absceso y extirpar el apéndice.
Recuperación
La recuperación de una apendicectomía laparoscópica es generalmente más rápida y menos dolorosa que la de una cirugía abierta.
La mayoría de los pacientes pueden regresar a sus actividades normales dentro de 1 a 3 semanas, aunque las actividades intensas pueden requerir más tiempo, entre 4 y 6 semanas.
Complicaciones
Si no se trata de manera oportuna, la apendicitis aguda puede llevar a complicaciones graves, como:
- Absceso abdominal: Acumulación de pus alrededor del apéndice, que ocasiona una respuesta inflamatoria local y sistémica muy intensa.
- Peritonitis aguda: Infección del revestimiento abdominal que usualmente se acompaña de una respuesta inflamatoria en todo el cuerpo, pudiendo afectar otros órganos.
- Necrosis del ciego: Daño irreparable por contigüidad de la porción inicial del intestino grueso, que requiere una resección intestinal (quitar parte del intestino grueso) y por ende una cirugía más grande y más riesgosa para la salud.
Prevención
No hay una forma conocida de prevenir la apendicitis. Mantener una dieta rica en fibra puede ayudar a prevenir algunos problemas intestinales que se cree pueden contribuir al desarrollo de la apendicitis.
Si experimentas síntomas de apendicitis, es importante buscar atención médica de inmediato con tu cirujano especialista. La intervención temprana puede prevenir complicaciones graves y mejorar el pronóstico.